La imposición de manos es una práctica religiosa que se encuentra en diversas partes del mundo asociada a múltiples credos.
[2] Según la epístola a los hebreos, la imposición de manos es una enseñanza primaria, fundamento, junto con el bautismo, la resurrección y el juicio eterno.
[4] Las primeras referencias bíblicas sobre la imposición de manos y sus raíces se pueden trazar en las creencias del judaísmo.
Del mismo modo, Jesucristo impuso sus manos para bendecir a los niños (Marcos 10:13-16) y, en varias ocasiones, para sanar algún enfermo.
[7] Jesús dijo a sus discípulos que quienes creyeran en su Buena Noticia impondrán las manos sobre los enfermos y estos sanarán (Marcos 16:15-18).