Sloviansk ha sido tradicionalmente conocida por sus aguas minerales, balnearios de barro, y los cinco monasterios más importantes para los ortodoxos eslavos.
Desde principios del siglo XX, la ciudad se convirtió en un centro importante para la industria química.
Las fuerzas leales a Denikin tuvieron muchos éxitos en la campaña de 1919 contra las fuerzas bolcheviques; entre otros territorios, el Ejército Rojo fue expulsado de Sloviansk.
[8] Así lo reconoció el propio Guirkin en una entrevista al periódico ultranacionalista ruso Zavtra en una entrevista del 20 de noviembre de ese año.
[15][16] Las fuerzas prorrusas derribaron un helicóptero ucraniano cerca de Sloviansk,[17] pero admitieron "muchas bajas.
[19][20] A principios de junio, mujeres y niños evacuaron Sloviansk.
[27] El 20 de febrero, 17 menores habían viajado a Sloviansk y durante la invasión rusa no habrían vuelto; Rusia acusó en marzo a Ucrania de tenerlos rehenes.
[34] Según el periodista Ignacio Ortega, en 2019, casi nadie hablaba ucraniano en Sloviansk.
La fábrica Betonmash produce plantas mezcladoras de cemento y hormigón.
La planta mecánica Slavonic emplea aproximadamente cuatrocientas personas.