La guarnición francesa consistía en 17.000 hombres a las órdenes del General de 68 años Jean Jacques Alexis Uhrich.
En su lugar decidió una acción más rápida, bombardeando las fortificaciones y poniendo a la población civil bajo sumisión.
Las líneas de asedio alemanas se acercaban rápidamente a la ciudad mientras cada fortaleza señalada era convertida en ruinas.
Este hecho causó que Uhrich reconsiderara su habilidad para la defensa de la ciudad.
El 27 de septiembre Uhrich abrió negociaciones con Werder, y la ciudad se rindió al día siguiente.