El sultán Solimán el Magnífico lo aceptó bajo la condición de que los húngaros continuaran pagando su tributo al imperio otomano.
El asedio estuvo mal comandado y hubo varios ataques fallidos que provocaron un alto número de bajas del lado de los Habsburgo.
El ejército austriaco fue derrotado y 7000 hombres fueron masacrados o murieron ahogados en el río.
Roggendorf también herido en la batalla y murió 2 días después a causa de sus daños.
[3] Fernando intentaría más tarde en 1542 recuperar las ciudades de Buda y Pest pero fue repelido por los turcos.