En tal caso, se utilizan uno o más motores diésel para impulsar los generadores de respaldo.
La red eléctrica puede perderse debido a líneas caídas, mal funcionamiento en una subestación, inclemencias del tiempo, apagones planificados o, en casos extremos, una falla en toda la red.
Estos últimos sistemas no producen gases contaminantes, por lo que la colocación se puede realizar dentro del edificio.
En aeronaves comerciales y militares, es fundamental mantener la energía en los sistemas esenciales durante una emergencia.
Por lo tanto, cuando se requiere confiabilidad absoluta (como cuando las operaciones de Categoría 3 están vigentes en el aeropuerto), es habitual hacer funcionar el sistema desde un generador diesel con cambio automático a la red eléctrica en caso de que falle el generador.
Para lograr una protección contra pérdidas más completa, se utilizan equipos adicionales como protectores contra sobretensiones, inversores o, a veces, una fuente de alimentación ininterrumpida (UPS) completa.
Un UPS para todo el edificio puede adoptar varias formas diferentes, según la aplicación.
Con este sistema simple aunque algo costoso, algunos intercambios nunca han perdido energía por un momento desde la década de 1920.
Es imperativo que la energía a los auxiliares de la unidad no falle durante el cierre de una estación (un evento conocido como apagón cuando todas las unidades regulares fallan temporalmente).
En cambio, durante los cierres, se espera que la red permanezca operativa.
Cuando ocurren problemas, generalmente se deben a relés de potencia inversa y relés operados por frecuencia en las líneas de la red debido a graves perturbaciones en la red.