Por lo general se activan al detectar los efectos de un incendio, como el aumento de temperatura asociado al fuego.El disparo del rociador puede hacerse por dos mecanismos: por un elemento termosensible o por un detector de incendios: En este tipo de rociador, el chorro tiene un tapón que impide la salida del agua y un dispositivo de liberación del tapón el mecanismo de disparo en este caso es un dispositivo para liberar el tapón, que consiste en un elemento termosensible que está diseñado para destruirse a temperaturas predeterminadas, provocando de forma automática la liberación del tapón y la salida de un chorro de agua pulverizada, que debe extinguir el fuego justo en la zona donde éste se ha iniciado.Otro modo de activar el rociador es con un detector de incendios asociado, que abre el cierre del rociador, que en este caso es una electroválvula (válvula solenoide) cuando se produce un fuego en el área protegida por el rociador (a la vez que da la alarma de incendio).Con el sistema de elemento termosensible, haría falta que alguien cierre la llave de alimentación o los daños causados por el agua podrían superar a los causados por el fuego.Su desventaja es que, naturalmente, es una instalación más cara.
Vista lateral de un rociador desmontado, sin bulbo ni fusible.