[1] Este aparato, consiste en un péndulo que por su masa permanece inmóvil debido a la inercia, mientras todo a su alrededor se mueve; dicho péndulo lleva un punzón que va escribiendo sobre un rodillo de papel pautado en tiempo, de modo que al empezar la vibración se registra el movimiento.
En este caso, solo los instrumentos que podrían trabajar serían los acelerómetros menos sensibles.
La salida de los acelerómetros es una tensión proporcional a la aceleración del suelo (recordando F=ma de Newton), mientras que los sismómetros usan un circuito integrado para lograr una salida que es proporcional a la velocidad del suelo.
Los sismómetros espaciados en un arreglo pueden ser usados para localizar a precisión, en tres dimensiones, la fuente del terremoto, usando el tiempo que toma a las ondas sísmicas propagarse hacia fuera desde el epicentro, el punto de la ruptura de la falla.
Al estudiar las ondas sísmicas, los geólogos pueden también hacer mapas del interior de la Tierra.