Síndrome

Las formas primarias corresponden a aquellos síndromes no relacionables con una etiología o enfermedad conocida, mientras que las formas secundarias son aquellos síndromes con etiología conocida o al menos vinculados clínicamente con otra enfermedad.

Por ejemplo, el síndrome de Raynaud describe un trastorno vasomotor que afecta fundamentalmente a las manos y que puede aparecer como forma primaria/idiopática o asociado a numerosas causas como enfermedades autoinmunes, hematológicas, fármacos, etc.

Si bien, por definición, síndrome y enfermedad son entidades clínicas con un marco conceptual diferente, hay situaciones en la patología que dificultan una correcta identificación de ciertos procesos en una categoría o en otra.

Diversas patologías también pueden presentar anomalías de laboratorio comunes con signos y síntomas clínicos diferentes.

El primer idioma moderno en que se documenta la palabra es en inglés en una fecha tan temprana como 1541 en una traducción de Galeno hecha por Copland;[cita requerida] algunos años más tarde aparece en francés.

También se llama síndrome a ciertas situaciones en las que la enfermedad aún no está bien indicada con todos sus signos y síntomas o en los que los síntomas son frustrantes como el síndrome de gripe o incluso el embarazo.

Los síndromes psiquiátricos a menudo llamados síndromes psicopatológicos (psicopatología se refiere tanto a las disfunciones psíquicas que se producen en los trastornos mentales, como al estudio del origen, diagnóstico, desarrollo y tratamiento de los trastornos mentales).

Los síndromes psicopatológicos más importantes fueron clasificados en tres grupos por orden de gravedad por el psiquiatra alemán Emil Kraepelin (1856-1926).

El primer grupo, que incluye los trastornos leves, consta de cinco síndromes: emocional, paranoide, histérica, delirante e impulsivo.

[15]​ En biología, "síndrome" se utiliza en un sentido más general para describir conjuntos de rasgos característicos en diversos contextos.

Esto puede ser un poco subjetivo porque, en última instancia, corresponde al médico hacer el diagnóstico.