Tras nacer su hija, Simone Berriau dejó Marruecos y volvió a Francia.
Más adelante fundó un complejo inmobiliario, en un principio reservado a actores, en Salins-d'Hyères: Simone Berriau-Plage.
En 1935, tras dejar el canto a causa de un problema en las cuerdas vocales, se dedicó al cine.
Paralelamente ella fundó una productora, siendo director general de la misma Pierre Lazareff.
En la década de 1960, abrió también las puertas al repertorio del teatro de boulevard, con escritores como Marcel Achard, André Roussin, Robert Lamoureux o Françoise Dorin, en un género en el cual triunfaron intérpretes como Jacqueline Maillan, Jean Le Poulain o Maria Pacôme.