Están encabezados por un líder (por ejemplo, el Duce, Führer o Caudillo) a quien glorifican públicamente en su propaganda como salvador del país.
La naturaleza del fascismo alemán, encapsulado en el nacionalsocialismo, fue ideológicamente similar al fascismo italiano, y tomó su simbolismo de los fascistas italianos, como es el caso de los mítines masivos, el saludo romano con el brazo en alto y el uso del boato.
Su icono fue la esvástica, que a principios del siglo XX había experimentado un resurgimiento en occidente.
El movimiento nacionalista Völkisch reivindicó la cruz gamada como símbolo de la raza aria, que consideraban la base de la civilización germánica y creían superior a todas las demás razas Al igual que los fascistas italianos, la Alemania nazi adaptó elementos de su herencia étnica para espolear un sentimiento nacionalista por medio del simbolismo.
La bandera nazi seguía el esquema tricolor negro, blanco y rojo del Imperio alemán.
En Alemania, el movimiento nacionalsocialista también utilizó un color específico en sus uniformes, el marrón del grupo paramilitar SA, que recibió el apodo de «camisas pardas», apodo que acabó extendiéndose a todos los miembros del partido nacionalsocialista.
Algunas organizaciones neonazis siguen usando la cruz gamada, pero otras se han alejado de estos símbolos tan controvertidos del fascismo primitivo.
Algunos de estos símbolos también son utilizados por numerosos movimientos y organizaciones sin ninguna connotación fascista.
La esvástica es un importante símbolo en el jainismo, el budismo y el hinduismo, así como en algunas religiones paganas modernas, como el neopaganismo germano.