Debido a los sucesos que tuvieron lugar durante la Segunda Guerra Mundial, se suele relacionar esta ley sobre todo con el uso de artilugios, símbolos y retórica nazis y neonazis, aunque también incluye a otros grupos de ultraderecha, como el Ku Klux Klan, a la vez que simbología comunista[2] y, más recientemente, del Estado Islámico.
Tal es así, que se ha llegado a considerar anticonstitucional cualquier representación de dicho símbolo, también en los contextos del antifascismo y sus usos apolíticos, sobre todo en algunas religiones orientales y pueblos amerindios, donde normalmente se representa casi siempre horizontalmente.
En marzo de 2006, la diputada del Bundestag, Claudia Roth, se denunció a sí misma por llevar la esvástica tachada en varias manifestaciones contra los movimientos neonazis, tras lo cual pidió que se levantara su inmunidad parlamentaria.
[1] Aunque en algunos supuestos el artículo 86a es muy tajante, como en el caso de exhibición de esvásticas y su comercialización, existen casos ambiguos y otros que son legales aunque polémicos.
Las batallas legales entre el estado y grupos neonazis en torno a estos casos han dejado patente que la justicia alemana (a través de varias sentencias desde 1979 hasta la actualidad) no considera que el libro caiga en ninguno de los supuestos del artículo 86a.
[10] Otra curiosa excepción son las subastas de artículos pertenecientes a figuras nazis o relacionados con el nacionalsocialismo, destinados a ser adquiridos por particulares u organizaciones, siempre y cuando su destino no sea su distribución, exposición en público o uso con fines anticonstitucionales.
[12][13] Sin embargo, por cuestiones burocráticas y críticas de organizaciones propalestinas en Alemania, no se llegó a materializar.