Silvia Reyes

[3]​ Consiguió una beca para estudiar Medicina cuando tenía 17 años, pero no pudo empezar la carrera porque los profesores le decían que si quería ir a la universidad no podía depilarse las cejas y que debía ir vestida como un hombre.

[4]​ Reyes llegó a la capital catalana en 1973, cuatro meses después de haber terminado el servicio militar.

Buscó trabajo en hoteles, dada su experiencia previa durante siete años, pero Reyes, que había empezado a hormonarse en 1974 «con productos que compraba en una farmacia», era sistemáticamente rechazada por tener una apariencia femenina y un nombre masculino.

[2]​ Durante ese primer mes fue detenida en tres ocasiones, ya que, en aquella época (debido a la ley sobre peligrosidad y rehabilitación social), para una persona transexual no era seguro estar en la calle ni tampoco en bares de ambiente o cines.

[6]​ En el momento de ser exiliada decidió que no quería volver a ejercer la prostitución,[7]​ y finalmente se instaló en París, donde encontró trabajo actuando en una sala de fiestas que le permitió dedicarse al mundo del espectáculo, lo que, durante diez años, le llevó a vivir a diferentes localidades de Francia, Bélgica y Suiza.