[2] Algunos son estructurales, brindando resistencia a un muro hecho con piedra o escombros inferiores,[3] mientras que otros simplemente agregan detalles estéticos a una esquina.
[4] Según una enciclopedia del siglo XIX, estos implican fuerza, permanencia y gasto, todo lo cual refuerza el sentido del espectador de la presencia de una estructura.
En el uso tradicional, muchas veces a modo decorativo, se colocan horizontalmente en las esquinas grandes sillares rectangulares o réplicas.
Se utilizan hiladas de piedras angulares grandes y pequeñas, alternando entre piedras de diferente grosor, siendo típicamente las piedras angulares más grandes más delgadas que las más pequeñas.
En cambio, el método de unión larga y corta coloca sillares de piedra largos con sus longitudes orientadas verticalmente, entre los más pequeños que se colocan planos.