El aeroplano comenzaría su misión en un riel de 3 km (2 millas) empujado por un motor cohete alimentado por gasolina y oxígeno.
La nave debía acelerarse hasta unos 1900 kilómetros por hora y al final del monorriel iniciar el despegue.
[2] Estando en una altura suborbital podría colocarse en posición sobre Nueva York o Chicago y soltar una bomba probablemente nuclear.
El sílice radiactivo habría caído sobre la ciudad como copos de nieve que causarían enfermedad por radiación y la muerte a sus habitantes.
Los líderes nazis creían que tras el ataque podrían obtener un alto el fuego o algún tipo de condición de entrega a los Aliados.