Al estilo de Resident Evil, otra serie de terror y supervivencia, hay salas seguras que permiten al jugador guardar el progreso y almacenar sus elementos para uso futuro.
Eusan emplea Replikas, androides creados con huellas neuronales humanas copiadas, como la mayor parte de su fuerza laboral y militar.
Los comandantes humanos natos llamados Gestalts administran y dan dirección a Replikas.
Una unidad Replika tipo LSTR (Elster) se despierta y busca a su compañera Gestalt desaparecida, Ariane.
Finalmente abandona el barco y cruza un arco rectangular, encontrándose frente a un agujero con una escalera que conduce hasta el fondo.
La transmisión termina con visiones de Ariane pidiéndole a Elster que "recuerde nuestra promesa" y "despierte".
Los jugadores regresan al menú principal y deben presionar "Comenzar" para continuar con el siguiente capítulo).
Mientras está inconsciente, Elster sueña con Ariane, retratando un recuerdo feliz entre los dos durante su estancia dentro del Penrose-512 en el que terminan bailando la Serenata de Schubert para celebrar su aniversario del ciclo 3000 después de abrazarse.
Elster recupera la conciencia y logra volver a entrar en el Penrose-512 desde un agujero en la nave, recogiendo piezas de otra unidad LSTR muerta junto al criópodo para repararse.
Al atravesar las instalaciones nuevamente, Elster cae por otro agujero y se encuentra en la luna colonizada de Rotfront.
Elster continúa y regresa a los restos del Penrose, donde se revela que si los pilotos exploradores no lograban encontrar un planeta habitable, no se esperaba que sobrevivieran el viaje.
[2] Las obras cinematográficas de Stanley Kubrick, Hideaki Anno y David Lynch ayudaron a dar forma a los temas narrativos de identidad y memoria en el juego.
Algunos críticos elogiaron el juego en general, aunque señalaron un aspecto específico que, en su opinión, lo frenó.