Dirigió en varias ciudades de Alemania y Austria, destacando Graz, Múnich, Fráncfort del Meno, Berlín y Hamburgo.
Entre sus composiciones se encuentran misas, óperas y poemas sinfónicos.
Debe su fama, en su mayor parte, a ser el primer director en interpretar la Novena Sinfonía de Anton Bruckner en su forma original.
Löwe realizó cambios que afectaron a la armonía, las dinámicas y las frases, en un intento de hacer la sinfonía más comprensible para el público.
Actualmente, la sinfonía se interpreta casi siempre en la versión original de Bruckner.