Sevilleja de la Jara
Su situación fronteriza con otros señoríos hace que existan frecuentes ataques e invasiones de estos.A finales del siglo XVI Sevilleja y sus pueblos dependientes suman unas 100 familias, con 400 habitantes.Las actividades económicas siguen siendo las tradicionales caza, colmeneo, ganadería y una agricultura muy laboriosa, debido a la escasa fertilidad de la tierra.El siglo XIX comienza con la Guerra de la Independencia, siendo esta zona saqueada varias veces por el ejército francés a pesar de encontrar duro enfrentamiento en montes y escarpados de la zona, donde se "echaban al monte" para formar guerrillas contra el ejército francés, cortando suministros y emboscando pequeños destacamentos.También cabe remarcar la presencia de una imagen popular en los montes castellano-extremeños, el bandolero, que tuvo gran presencia en la zona, aunque los cantares y las historias populares los recuerdan como personajes que roban al rico y ofrecen al pobre.Los pueblos del interior continuaron sumidos en el abandono y con una economía de subsistencia.Las tentativas de reactivación económica iniciadas por algunos liberales no condujeron a nada positivo.Por causas suficientemente conocidas surgen las guerras carlistas o civiles y en ellas tienen su origen gran parte de la actividad bandolera en los Montes que se desarrollará hasta finalizado el siglo XIX, cuya casuística evolucionó con los intereses colectivos e individuales de las partidas.En 1835 capitaneaba las partidas carlistas que operaban en los Montes, el Coronel D. Cándido López, asistido por sus segundos la Diosa, Galán, Perfecto y Mariano Peco.Otros veinte indultados en el mismo año por abandonar las partidas carlistas, eran en su totalidad jornaleros con edades inferiores a los 30 años, solteros, que habían estado encuadrados en las partidas de Palillos, Gil, Jara, Melitón y Lago.Entre los montes quedaron 'los Palillos 'el Valenciano', el Mestizo, Tripacana, Carnicero, Mariano Ruiz 'el Pichapelá', Francisco del Moral, Pata de Porra, estos dos últimos fusilados en Toledo.Por los años cuarenta continuaba Rito Flores al mando de la partida 'Palillos' merodeando por los Montes.La agricultura y la ganadería, junto a la caza, siguen siendo las principales fuentes de subsistencia.Queda en funcionamiento alguno de los molinos harineros y los caminos están prácticamente abandonados e intransitables.En 1950 se alcanzan los 3374 habitantes; a partir de aquí se produce un importante proceso migratorio hacia las grandes ciudades, haciendo que hacia finales de este siglo la población ronde los 1100 habitantes.