Séversk

Al igual que otras muchas ciudades en la Unión Soviética, Séversk fue una ciudad secreta creada con fines científicos.

[3]​ El Presidente Borís Yeltsin decretó, en 1992, que este tipo de ciudades podían usar sus nombres históricos.

En 1987 se eliminaron algunas restricciones debido al notable número de residentes que trabajaban o estudiaban en Tomsk.

Pese a retirar ciertas condiciones del secretismo sobre Séversk, la ciudad permaneció cerrada para los no residentes.

[4]​ En un primer momento, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y el Gobierno ruso aseguraron que el accidente apenas tuvo daños apreciables en el medio ambiente,[5]​ pero horas después 1000 km² habían sido contaminados.