El yoduro de potasio protege solamente a la glándula tiroides, pero este es el órgano que corre más peligro frente al yodo radiactivo.
Los niños son los que tienen mayor riesgo frente a la exposición al yodo radiactivo.
El yoduro de potasio llena a las células tiroideas y evita que la glándula capte el yodo radiactivo durante aproximadamente 24 horas.
Por ejemplo, una bomba sucia no contiene yodo radiactivo porque tiene una vida media corta.
La FDA estadounidense recomienda las siguientes dosis en caso de accidente nuclear: Las únicas personas que no deberían tomar yoduro de potasio son aquellas que han tenido reacciones alérgicas mayores al yodo.
Los pacientes con enfermedad tiroidea pueden tomar de manera segura las dosis recomendadas por la FDA.
Si se toman por un tiempo suficientemente largo, el yoduro de potasio puede producir hipotiroidismo temporario (una glándula poco activa o funcionante).
Los pacientes con enfermedad graves (hipertiroidismo) o con nódulos tiroideos autónomos (funcionantes) también deben ser evaluados a posteriori.
Así, si la dosis que podrían recibir las personas fuera superior a los 10 mSv en menos de 2 días se recomendaría la permanencia en edificios.
Y la profilaxis con yodo solo está indicada si la dosis absorbida a la tiroides fuera mayor de 100 mGy.
En cada central nuclear, existe una probabilidad de que ocurra un accidente severo, ya sea por motivos técnicos o fallos humanos.