El nódulo tiroideo es una neoplasia (protuberancia) intratiroidea, radiológicamente distinta al parénquima que la rodea[1] en la glándula tiroides, la cual está localizada en la base del cuello.
Otras causas poco frecuentes son las tiroiditis subagudas, las bacterianas, el linfoma tiroideo y las metástasis de otros carcinomas.
Los nódulos tiroideos son más comunes en las mujeres que en los hombres y las posibilidades de desarrollarlos se incrementan con la edad.
Se ha encontrado que el hipotiroidismo subclínico o clínico (TSH elevada) es un factor asociado a la presencia de malignidad.
[4] Si la TSH está suprimida, se debe medir la T4 libre y solicitar un estudio de gammagrafía.
A todo paciente con nódulo tiroideo diagnosticado por métodos clínicos o imaginológicos se le debe hacer una ecografía de tiroides.