El servinacuy (del quechua sirbinakuy o sirwinakuy ‘servicio mutuo’, a su vez del español servir[1] y del sufijo recíproco -naku) es una institución prematrimonial originaria de la civilización incaica que se define como un periodo de prueba previo al matrimonio, en el que una pareja podía convivir bajo un mismo techo en concubinato, lo que incluía el poder tener relaciones sexuales premaritales con una cierta anticipación a celebrarse la boda, con el propósito de que los novios pudiesen ver los aspectos cotidianos de su vida en común y así corroborar si la relación sería fructífera en el largo plazo.
Bajo la concepción legal actual sería similar a una pareja de hecho, formando parte del derecho consuetudinario tradicional inca.
Si ambos progenitores estaban de acuerdo, se daba inicio a los preparativos para la boda.
La duración mínima del servinacuy era de seis meses, pudiéndose prolongar hasta por años, dependiendo de algunos factores, como la posición social (casta) de los futuros contrayentes del matrimonio, pudiendo incluso tener un hijo en común durante ese periodo, el cual gozaba con todos los beneficios y garantías como si fuera dentro del matrimonio.
[4] Si una vez terminado el servinacuy la pareja comprometida decidía poner término a la relación, ambos regresaban a la casa de sus respectivos padres en calidad de solteros.