La palabra latina Septimontium (es decir, «siete montes o colinas») fue utilizada por los antiguos romanos para celebrar una fiesta religiosa en las siete colinas[1] que, como Varrón nos recuerda, también es un concepto territorial relacionado con la ciudad de Roma.
El hecho de que la fiesta estaba reservada originalmente para las personas de origen latino que habitaba en esos lugares, parece confirmar que era un festival muy antiguo tal vez incluso anterior a Numa Pompilio, y correspondería a la primera expansión del centro urbano desde el Palatino a las otras colinas.
Parece que sólo a partir del rey Servio Tulio, la celebración se extendería a la gente de origen sabino, habitantes del Quirinal.
Durante el septimontium, en el período republicano, los romanos no podían utilizar carros tirados por caballos.
[4] En la época imperial se perdió el sentido de la fiesta, que llegó a hacerse común en toda la ciudad.