Tercera edad

Dependiendo de la fuente, las edades con las que se considera una etapa u otra, pueden variar.Las diferentes denominaciones: senectud, ancianidad, vejez, mayores, segunda juventud, provectos y tercera edad, al igual que la terminología de seniors para elders (en el inglés) tienen todos el propósito de esquivar los prejuicios y la discriminación.Algunos de ellos sí lo logran, y en gran medida; otros, por el contrario, generan nuevas máscaras.Si bien esto es un eufemismo, pues el término viejo se considera peyorativo y ofensivo.Tener pareja puede ser factor fundamental para no sentirse solo, independientemente de la edad.Para tener más claro cómo viven las personas mayores la soledad, vamos a hablar del lugar que ocupan en la jerarquía social.[24]​ Esta edad es la estimada en relación con la edad laboral de España, es decir, llegado ese momento, el sujeto deja de tener relación directa con el trabajo, pasando a pertenecer a la población no activa, siendo jubilados.Estas buscan ser una atención preventiva para disminuir factores de riesgo en adultos mayores.Durante esta etapa, la actividad sexual puede tener particulares contenidos afectivos y motivaciones sin descartar el deseo.Así, no se reduce el sexo a la genitalidad, sino es importante entender la necesidad de contacto en la actividad sexual.No obstante, los adultos mayores pueden atravesar ciertas dificultades para satisfacer esta necesidad, ya que muchos de ellos pueden perder a su pareja, por lo que también se podría dar la pérdida de su compañero o compañera sexual.Uno de las principales supone que los viejos no tienen capacidades fisiológicas para tener conductas sexuales.Lamentablemente, estas creencias falsas pueden influir en las representaciones que tienen los provectos sobre sí mismos, afectando su propia sexualidad.No obstante, los cambios más significativos para las mujeres son los que involucran la figura corporal, lo cual tiene sentido debido a la gran presión social por favorecer la juventud.Por todo lo anterior, cabe resaltar que todos estos cambios no implican razones fisiológicas para dejar de tener conductas sexuales coitales, ser acariciadas o masturbarse y, en general, disfrutar de una sexualidad plena.Asimismo, la eyaculación es menos vigorosa y el período refractario es más largo para producir una nueva erección.El cuerpo en la especie humana no solo es significativo a nivel personal, sino que también involucra una representación que es interpretada por cada cultura, cada sociedad y cada momento histórico a partir de los cánones de belleza determinados por la misma sociedad.En cuanto al deseo, en la especie humana, a diferencia de los animales, representa un factor cualitativo y, por lo tanto, no involucra únicamente un actividad sexual procreadora.Entre esos factores se encuentran que las mujeres han sido educadas de forma más represiva y limitada en términos de moral sexual que los hombres, en donde el matrimonio es una causa obligatoria para poder tener relaciones sexuales.En los hombres, por su parte, los cambios psicológicos se evidencian en el miedo a no dar la talla en la respuesta sexual de las relaciones.Los profesionales de sanidad solo debían intervenir para evitar enfermedades y, en caso se detecte alguna, proveer la respectiva curación.Desde este modelo, se busca mantener a la sexualidad como otra funcionalidad natural del humano y una consecuencia del amor humano verdadero de una pareja estable para toda la vida, para formar una familia donde los hijos crezcan en un nido de amor.Este modelo tiene su origen en los pensadores que pretendieron hacer una síntesis de Sigmund Freud y Karl Marx.Además, se propuso el acceso libre a los anticonceptivos, el derecho al aborto, creación de lugares donde las personas pudieran tener relaciones sexuales libres, etc. Al igual que con los jóvenes, se fomenta la idea de que personas de la tercera edad también tengan actividad sexual satisfactoria, al margen del estado civil y otras consideraciones sociales.En la actualidad, los esfuerzos por combatir la discriminación por edad —a la que en 1969 Robert Butler denominó ageism, término traducido en castellano como «viejismo» (el prejuicio o discriminación por edad)[30]​[31]​— rinden frutos gracias a la creciente notoriedad de adultos mayores sanos y activos.[32]​ Es muy común asociar a la tercera edad con la pasividad, ya que los cambios biopsicosociales que la acompañan provocan un cambio en su rutina, además existe una enorme estigmatización de asociar la tercera edad con la decadencia de la vida del humano.Un envejecimiento activo es cada vez más importante, pues el paso de los años es un proceso, no un suceso, por tal situación es apropiado pensar en el envejecimiento lo más saludablemente posible y no solo se habla del sentido físico sino también psicológico, afectivo y social.Este concepto se refiere a un normal declive de las capacidades, mas no al envejecimiento caracterizado por la patología y la dependencia, en el cual se produce un deterioro grave en el funcionamiento del individuo producto de la tercera edad.[34]​ En la mayoría de los casos, el maltrato pasa a ser psicológico y casi imperceptible.Es destacable para los hombres como la población de personas entre los 80 y 90 años va aumentando con mayor intensidad que en otros segmentos.
Estudio de la cabeza de un anciano , óleo sobre tabla (1610-1615) de Peter Paul Rubens (1577-1640).
Estatua que representa a una pareja de ancianos en los alrededores de la Catedral de Burgos .
Anciano, obra de Ulpiano Checa (1860-1916).
Instalaciones para uso de personas de la tercera edad en el Parque Juan Carlos I en Madrid (España).
Anciano de 95 años en Israel (en 1969).
Persona provecta paseando en un día soleado.
Distanciamiento social en tiempos de COVID.
Evolución de la población de hombres de la tercera edad en España.
Evolución de la población de mujeres de la tercera edad en España.