Durante la dinastía Zhou (1122-256 a. C.), con el fin de promover un desarrollo integral,[1] los estudiantes debían dominar el liù yì, consistentes en:[2] Se pensaba que los hombres que se destacaban en estas seis artes habían alcanzado el estado de perfección, considerándoseles un caballero perfecto.
[4] El concepto de las Seis Artes desarrollado durante el período preimperial incorporó componentes militares y civiles.
El lado civil se asoció más tarde con las Cuatro Artes (guqin, go, caligrafía y pintura).
Con la práctica del arco y el protocolo que lo rodeaba, por ejemplo, los nobles no sólo ganaban destreza en la guerra, sino que además cultivaban sus mentes y aprendían a comportarse como nobles, lo cual resultaba más importante para el imperio.
[9] Para la dinastía Qing, los especialistas chinos no podían manejar el calendario lunar con precisión, estando desfasado de la naturaleza.