Segunda Conferencia de la ONU sobre el Racismo

La conferencia fue boicoteada por Australia, Canadá, Alemania, Holanda, Israel, Italia, Nueva Zelanda, Polonia y Estados Unidos.

Para estos países, al igual que la Unión Europea, el principal problema es la llegada del Presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, conocido por sus acusaciones contra Israel.

Organizaciones no gubernamentales se reúnen para debatir y adoptar una declaración conjunta, esperando que influyen en el documento oficial de la conferencia.

El primer día de la conferencia, el Presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad definió a Israel como un Estado racista desde sus orígenes.

Israel expresó su descontento con Suiza y lamentó que unos europeos no hubieran boicoteado la conferencia.

También dijo: "algunos Estados occidentales defienden esos racistas genocidios apoyando los bombardeos, la ocupación, los asesinatos y otros abusos cometidos por criminales en Gaza."

"El hecho de que el documento haya sido adoptado por todos los Estados excepto nueve es nuestra respuesta, que yo llamo un éxito", se felicitó en cambio la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navy Pillay.