La Conferencia Mundial contra el Racismo es una serie de eventos internacionales organizados por la Organización de las Naciones Unidas para promover la lucha contra el racismo.
Este fue rechazado por los delegados en una votación posterior a la retirada de estos dos países.
[2] Fue boicoteada por Alemania, Australia, Canadá, Estados Unidos, Israel, Italia, Nueva Zelanda, los Países Bajos y Polonia.
Los países occidentales habían expresado su preocupación de que se utilizara la conferencia para promover el antisemitismo y leyes contra la blasfemia percibidas como contrarias a los principios de libertad de expresión,[5] y que por el contrario la conferencia no abordara la discriminación contra las personas homosexuales.
La asistencia del presidente iraní Mahmud Ahmadineyad ya fue motivo de controversia debido a declaraciones anteriores suyas sobre Israel y el Holocausto.