En una de las historietas, Olivio encuentra una varita mágica, le pide deseos y ésta se los concede.
36 (1971)) Segis es un personaje desconfiado y calculador, aunque su afición a la poesía le da un cierto toque de ternura.
Olivio es un personaje lleno de buenas intenciones y un poco despistado.
Ambos están siempre buscando la forma de hacerse la pascua el uno al otro.
Para el investigador Antonio Guiral, Segis y Olivio, traperos de alivio muestra progresivamente un estilo personal, levemente burlesco, partiendo desde la Escuela Bruguera clásica y en especial de Vázquez.