[1] La Canarias, si bien no consiguió interceptar al atunero antes de que llegase a Harardhere,[9] puerto base de los piratas, sí consiguió capturar a dos piratas que abandonaron el barco en un esquife.
Esta misma operación se repetiría con más marineros en caso de no ceder el Gobierno español a las presiones.
[22] Posteriormente se descubrió que en ningún momento les llevaron a tierra y todo fue una estrategia de los piratas para presionar al gobierno.
[27] Según el portavoz de los piratas, el pago ya se había hecho desde hacía dos semanas.
La demora entre el pago y la liberación final podría haberse debido a la gestión de los intermediarios.
[28] Al igual que en el secuestro del barco Playa de Bakio, el rescate fue pagado por el armador y lo que a éste le reintegrase su seguro, pero para adelantar los trámites, parte de la cantidad fue adelantada por los fondos reservados del CNI.
En el secuestro del Playa de Bakio el CNI tuvo que adelantar todo el rescate.
[35] Durante este secuestro, al igual que durante el del Playa de Bakio, se produjo un debate sobre si estos barcos llevaban izado el pabellón español, lo que justificaría o no su asistencia por parte del gobierno español.
Se publicaron informaciones alegando motivos nacionalistas por los que no llevaría izado el pabellón español,[36][37][38] hasta el punto de que la propia defensa de los piratas retenidos en España recurrió a esas informaciones para rebajar sus penas.
[53][54] De la misma manera, los familiares del marinero andaluz tampoco viajaron hacia Seychelles.
Lo dirigió Salvador Calvo, escrito por Jorge Guerricaechevarría y protagonizado por Miguel Ángel Silvestre, junto con Fernando Cayo.