Se embarcó rumbo al Perú en 1667, como la mayoría de españoles que cruzaba el Atlántico, venía hacia América para labrarse un mejor porvenir.Hábil para los negocios, el joven vizcaíno se hizo en corto lapso de una respetable fortuna, haciendo tratos con Colombia, Panamá y Venezuela.Como primera iniciativa fue el mejorar la capilla y para ello decidió adquirir los terrenos que ésta se alzaba.Asimismo, tuvo que gastar otros 8000 para trasladar un matadero de carneros cuyas emanaciones contaminaban el lugar.No es hasta 1702 cuando recién las beatas pudieron mudarse a su nuevo local, hoy en día Monasterio de Nazarenas Carmelitas Descalzas.