Sebastián López de Arteaga (Sevilla, 1610-Ciudad de México, 1652), pintor barroco español, en 1640 se desplazó a Nueva España donde introdujo el estilo naturalista.
[1] De 1630 a 1638 trabajó en la capital hispalense al frente de un taller propio en el que llegó a tener tres aprendices.
En 1638 pasó a Cádiz y en 1640 se embarcó en la flotilla del virrey Diego López Pacheco para marchar a Nueva España (México), donde introdujo el estilo naturalista con fuertes claroscuros, de lo que es buen ejemplo el lienzo con La incredulidad e santo Tomás de hacia 1643 (Ciudad de México, Museo Nacional de Arte).
[7] Dejaba por herederas universales a sus dos hijas, Feliciana y Dorotea.
No pudo firmar, según declaraba el notario, a causa del estado en que se encontraba, pero todavía nueve días más tarde dictó un codicilo en el que daba alguna explicación más sobre el suceso que le iba a costar la vida y que habría tenido su origen en unas palabras injuriosas que habría pronunciado Arteaga contra el nacimiento de un Juan Manuel, aderezador de valonas, y en el que también habría participado Cristóbal Daza, pintor de países.