[2] SEAT, que había participado en el campeonato del mundo de dos litros entre 1996 y 1998 donde consiguió tres títulos consecutivos con el Ibiza Kit Car, se animó a desarrollar un vehículo de la máxima categoría.
El resultado no fue el esperado para los ingenieros: Snobeck tuvo problemas para encontrar buena respuesta en el motor a regímenes bajos y medios y la gran asignatura pendiente del Córdoba fue el comportamiento subvirador, algo que se intentó solventar en las sucesivas evoluciones.
En cuanto a los diferenciales Seat montó unos de tipo activos en el centro y delantero, mientras que el trasero fueron inicialmente mecánicos pero más tarde se cambiaron por uno también electrónico.
[3] Una de las cosas que la marca consiguió corregir fue la refrigeración, en un principio bastante deficiente debido a la posición forzada del turbo, que mejoró en la segunda evolución cuando el frontal del coche presentó una nueva línea estética.
Con dos podios, Gran Bretaña 1999 y Safari 2000, fue la versión más exitosa de todas.
[5] La tercera y última evolución que contó el Córdoba WRC, debutó en el Rally de Finlandia de 2000 y su mejor resultado fue el sexto puesto que obtuvo Gardemeister en Australia ese mismo año.
El coche presentó algunos cambios, principalmente estéticos como el nuevo frontal, pero también se le cambió todo el cableado interno.
Los resultados fueron modestos, lejos del resto de World Rally Cars oficiales.
[10] En el Rally Cataluña de 2005 el español Joan Ollé fue 37º[11] y en la misma prueba al año siguiente Jordi Zurita fue 33º.