En 1794 participó del recién creado Consulado de Buenos Aires al cual accedían los comerciantes más prestigiosos.
Francisco Narciso Laprida hizo correr versiones de que Sarassa apoyaba a los realistas.
José Ignacio Maradona, que volvía a la ciudad luego de haber participado en la Junta Grande se enfrentó con virulencia con Sarassa.
En enero de 1814 Sarassa retomó el ejercicio del gobierno, pero a los pocos días renunció.
Durante su estancia en la ciudad de Mendoza conoció a María Felipa Moyano con quien contrajo matrimonio en segundas nupcias en 1813.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires posee una calle llamada Saraza en su honor.