[1][3] En sus inicios, mucho antes de la llegada del Santísimo Cristo a la localidad, el convento fue un antiguo hospital que perduró hasta el siglo XVII.
Sucedió, pues, que la imagen del Santo Cristo causó tanta impresión y devoción en Madrid, que el rey Felipe IV la retuvo en la capilla del viejo alcázar de los Austrias.
Francisca de Oviedo no quedó nada conforme con esta decisión real y "popular", ya que encargó la talla para poder llevarla a su pueblo, Serradilla.
Es posible visitar tanto la iglesia como el convento, este último bajo previa autorización del obispado de Plasencia.
Los fieles pueden contemplar más de cerca la imagen del Cristu Benditu.