Ambos espacios superpuestos constituyen hoy la parte del edificio más antigua, fechada en 1740 y construida en mampostería con aristas, cornisas y ventanal en sillería; el espacio interior se organiza con planta poligonal, a la manera de las cabeceras de los templos góticos, de cuyos ángulos arrancan los arcos que se encuentran en el centro.El camarín destaca por las pinturas barrocas que adornan sus paramentos y por la decoración rococó que engalana el espacio.Se cubre con bóveda rebajada de casquetes con aristas resaltadas por nerviaciones planas, que confluyen en la clave.El transparente está iluminado por única ventana situada en la parte opuesta a la embocadura.No conocemos documentación sobre el camarín; una inscripción pintada en la pared indica que se acabó de dorar en 1763.La cripta es un espacio más sencillo, carente de decoración, al que se desciende por sendas escaleras a manera de deambulatorio; actualmente, tras su restauración, se ha ubicado en ella parte del museo que acoge el santuario.