Está considerado como una muestra del arte chiquitano en el tallado de madera.
En el interior del santuario han sido esculpidos en una pilastra símbolos que identifican la región: loros, pescados, corechis, tucanes, urinas, osos hormigueros y una hoja de ambaiba se fusionan con el rostro de Jesús y los doce apóstoles.
Una paloma con una rama de olivo, que simboliza la paz, completa la escena.
[3] En los alrededores del santuario pasillos sostenidos por pilastras y cuadros cincelados en madera recuerdan el quinto centenario mariano y relatan la catástrofe del 15 de enero.
[5] El santuario ha sido declarado Patrimonio cultural histórico del pueblo boliviano.