Pero en el siglo XIII los franciscanos intensificaron su presencia, con Juan de Montecorvino (1247 - 1328) después los jesuitas, con Mateo Ricci (1552 - 1610) que fue un misionero italiano, cartógrafo y matemático, quien promovió la cultura China, hizo mapas de China para occidente, y quiso unificar las culturas orientales y occidentales.
Es así que desde mediados del siglo XVII hasta el año 1930, fueron martirizados por diversas causas, algunos por su ministerio y, en otros casos, por su negativa a apostatar.
Muchos murieron en el Levantamiento de los bóxers, en la cual los rebeldes campesinos anticoloniales masacraron a 30,000 conversos chinos al cristianismo junto con misioneros y otros extranjeros.
La canonización fue realizada en la Plaza San Pedro en Roma, por Juan Pablo II, el 1 de octubre del año 2000.
Su fiesta litúrgica y memorial se oficializó en la forma ordinaria del rito latino, el 9 de julio.