Esta última aparece citada por primera vez en el siglo IX, época en la que se convierte en plaza fuerte.Durante el periodo Cretácico inferior formó parte de una llanura encharcada que se desecaba periódicamente, dejando atrás zonas fangosas en las que las huellas de dinosaurio quedaban marcadas a su paso.La erosión ha ido desgastando las capas superiores haciendo visibles muchas de estas formaciones rocosas, permitiendo observar las icnitas.En el segundo aparecen 7 huellas, con dos rastros de herbívoro caminando a dos patas (ornitópodos) con dedos anchos con terminación redondeada y unidos por una membrana.Esto se debía a la precariedad con la que se vivía en las aldeas más altas del término: Bucesta, Reinares, Santa Marina, El Collado, San Martín y Santa Cecilia, donde la economía era de subsistencia, y se había producido una gran pérdida de importancia de la ganadería ovina, prácticamente la única en el municipio.Los años más críticos fueron las décadas de los 60 y 70, pero desde entonces sólo ha conseguido mantener a duras penas su población, descendiendo levemente.Desglose de población según el Padrón Continuo por Unidad Poblacional del INE.