Estos, venían todos los días con sus ganados a pastar donde hoy se encuentra la actual población, llamada entonces “Sainte Croix”, por el convento de frailes que entonces había.Posándose la paloma en el campanario dijo: “Santa Marina, dentro de un rato serás hundida”, produciéndose un cataclismo que lo arruinó por completo.Durante doscientos años aproximadamente, Santibáñez y Santa Croya se disputaron el terreno donde estuvo enclavada Santa Marina y para concluir con el pleito, se tomó el acuerdo de fijar la línea divisoria de los términos en el punto donde estuvo emplazada la Torre de Santa Marina.Hoy en día los vecinos del pueblo que excavan en el lugar donde estaba ubicada Santa Marina, están hallando restos de dicho enclave.Bien conservada, está compuesta de una única nave, a cuyos pies se sitúa el coro y dos capillas que se abren a cada uno de los lados del presbiterio.Mientras, dos mozos de 18 años le ofrecen dos ramos con roscones, que serán bendecidos por el cura.Esta fiesta debería celebrarse en octubre, pero fue trasladada a julio para permitir una mayor afluencia de gente.El pueblo no contaba con fiestas en periodo estival, y ésta fue la forma de que Santa Croya tuviera la suya.