Otra versión del origen del nombre indica que éste proviene de la lengua indiana «Pancac», cuyo significado etimológico es: «Pan» que significa «dentro o entre», y «Cac» que tiene 3 significados, el primero, «fuego», el segundo «nigua» y el tercero «guayaba».
El municipio cuenta con una cabecera municipal (Santa Catarina Pinula), quince aldeas y seis caseríos.
Santa Catarina Pinula posee una población de 80 582 habitantes según el Censo 2018 .
Aunque se trata de entidades autónomas, se encuentran sujetos a la legislación nacional y las principales leyes que los rigen desde 1985 son: El gobierno de los municipios está a cargo de un Concejo Municipal[12] mientras que el código municipal —ley ordinaria que contiene disposiciones que se aplican a todos los municipios— establece que «el concejo municipal es el órgano colegiado superior de deliberación y de decisión de los asuntos municipales […] y tiene su sede en la circunscripción de la cabecera municipal»; el artículo 33 del mencionado código establece que «[le] corresponde con exclusividad al concejo municipal el ejercicio del gobierno del municipio».
[13] El concejo municipal se integra con el alcalde, los síndicos y concejales, electos directamente por sufragio universal y secreto para un período de cuatro años, pudiendo ser reelectos.
[18] En 1638, los dominicos separaron a sus grandes doctrinas -que les representaban considerables ingresos- en grupos centrados en sus seis conventos: En 1690, cuando Fuentes y Guzmán escribió la Recordación Florida el pueblo ya era rico en productos agrícolas, pero no tanto como podría haberlo sido si se hubieran explotado sus minas.
[cita requerida] Este sitio arqueológico estaba ubicado en la aldea del mismo nombre y era una pieza muy importante para establecer las conexiones que existían entre los sitios arqueológicos de la región, incluyendo Kaminaljuyú y Santa Isabel.
A pesar de estas perturbaciones los diez o más montículos parece que estuvieron dispuestos formalmente alrededor de dos plazas rectangulares y alargadas, por lo menos, las plazas son paralelas […]».
Fragmentos de mano o metate sin pies, adobe cocido y alfarería.
[5] Desafortunadamente, en el siglo xxi la zona está urbanizada y posee una gran actividad comercial, resultando en la destrucción total de los montículos.