Horta fue un municipio independiente hasta 1904, cuando fue anexionado a la capital catalana.
El nombre proviene de la familia Horta (u Orta), que fue propietaria del territorio desde el año 1036 hasta 1260.
Habitada por nobles y mercaderes desde el siglo XIV, creció alrededor del monasterio de San Jerónimo del Valle de Hebrón, y su período de esplendor llegó hasta finales del siglo XVII.
[2] Cuando en 1984 se hizo la actual división administrativa de la ciudad, el criterio se basó en buena medida en los antiguos municipios, aunque con algunas modificaciones: Horta ganó el Guinardó y Can Baró, originarios de San Martín de Provensals; también pasó a Horta la Font d'en Fargas, perteneciente hasta entonces a San Andrés de Palomar; en cambio, perdió El Coll y Vallcarca y los Penitentes, que pasaron a Gracia.
En el barrio también se encuentra el parque del Laberinto de Horta, que es el jardín más antiguo que se conserva en toda la ciudad.