El nuevo crucificado es encargado al escultor sevillano, Antonio Castillo Lastrucci, por la hermana de esta cofradía Dª.
Dolores Castro Sánchez y su marido, D. Juan Ramírez Torres, por su gran amor al Cristo Crucificado no regateo en medios para adquirir la actual imagen.
Y todo ello a partir del estudio del natural, pues Castillo utilizó como modelo a un empleado de la tienda de muebles Europa, que regentaba su hermano Manuel, llamado Manuel Gómez Lora.
El sudario se anuda en la cadera izquierda y deja al descubierto ese costado.
La imagen tuvo un coste de 3.750 pesetas, que se pagarían en tres veces: 1.000 pesetas al firmar el contrato, 1.000 pesetas, cuando la imagen estuviera esculpida en madera, y las 1.750 pesetas restantes cuando el Crucificado estuviera completamente terminada en el domicilio de Dª Dolores Castro, contrato que fue firmado en Sevilla, en el domicilio y taller del escultor en la calle San Vicente nº 52, el 22 de abril de 1937.
El tercer día del quinario, se realiza en honor a los hermanos difuntos.