Sanidad Militar en la Guerra de la Triple Alianza

Trasladado el conflicto al norte, el principal hospital fue el de Corrientes, a cargo del mismo Muñiz.

Organizado el ejército en dos cuerpos cada uno contó con un hospital militar a cargo de los doctores Caupolicán Molina (I Cuerpo) y Díaz de Bedoya (II), los que brindaron heroicos servicios bajo fuego.

Se creó también una Comisión Inspectora presidida por Carlos Durand y Leopoldo Montes de Oca.

[1]​[4]​ La disentería fue la primera epidemia: al rendirse Uruguayana los prisioneros contagiaron rápidamente a las tropas aliadas.

Con autorización del presidente Bartolomé Mitre, se conformó una comisión encargada del hospital militar de Corrientes, compuesta por Antonio Santos, Rafael Gallino, Melitón Quiroz, Domingo Latorre y Tiburcio Fonseca.

También eran trasportados en ambulancias tirada por caballos especialmente acondicionada sobre elásticos y cuatro ruedas, con una capacidad máxima de doce camillas cada una.

Y a principios del mes de junio se sumaron cuatro más, entre ellos el Dr.

Los periódicos en marzo continuaban solicitando hilas y vendas para los heridos argentinos.

Los ejércitos de los tres países aliados contaban en sus estructuras con propios cuerpos sanitarios y sus hospitales por los que cada uno se manejó en forma autónoma, dependiendo de su propia jerarquía militar.

Así por ejemplo se solicitó con urgencia espacios físicos para gran cantidad de heridos a consecuencia de aquel combate, ya que arribarían a la ciudad inminentemente seiscientos heridos aproximadamente.

Fueron los primeros tres años de la contienda bélica que repercutieron más fuertemente en Corrientes, y en ese tiempo las exigencias sanitarias y hospitalarias requirieron un mayor apoyo tanto del gobierno provincial como nacional.

Fue también una acusación habitual que mientras los escasos médicos argentinos atendían heridos de sus aliados y paraguayos, los brasileños fueron muy poco colaboradores con sus aliados: «Sistemáticamente se negaron atender otros heridos que no fueran sus propios compatriotas, lo cual motivo una fuerte protesta por parte del Dr.

Aunque no contara con un cuerpo de sanidad organizado, cuatro cirujanos de campaña (Pedro Olazábal, Tomás Lacueva y Cucarro, Federico Asnoldi y Cayetano Borda) acompañaban a las tropas orientales.

[1]​ Al igual que en otros aspectos logísticos (armerías, astilleros, fundiciones, fortificaciones) la sanidad militar del Así, el Cuerpo Médico del Ejército Paraguayo estuvo a cargo del inglés Guillermo Stewart con el rango de Coronel de Sanidad, acompañado por los británicos Frederick Skiner, John Fox, George Barton y Jorge Federico Masterman (farmacéutico).