Urbicio

Su nombre posiblemente significa en vasco/gascón antiguo: «Camino de Perfección», al estar asociado (según algunos autores[2]​) a las palabras vascas ur/or oro, perfección y bide, camino.

[3]​ Quedó huérfano muy pronto, a los trece o catorce años, pues su padre murió (731) en batalla contra los musulmanes que, en esa época, habían conquistado el ducado franco de Aquitania, hasta que fueron rechazados por Carlos Martel en la batalla de Poitiers (732).

Urbicio y su madre Asteria fueron capturados por los árabes y trasladados a Al-Ándalus, a la zona de Galicia, como parte del botín que lograron salvar de la derrota.

Asteria consiguió la libertad y volvió a Burdeos al haberse ganado la voluntad de su señor, pero Urbicio hubo de continuar preso, y sirvió fielmente y con humildad a sus amos, manteniendo una fuerte devoción hacia la Virgen María y los Santos Niños Justo y Pastor, mártires, hasta que sintió que debía acudir a Alcalá de San Justo (hoy de Henares), lugar donde obraban las reliquias de los Santos Niños, santos Justo y Pastor, santos mártires de Complutum.

Robó las reliquias y las trasladó al norte, a su tierra de Burdeos.