Esta fecha confirma que Van Eyck pudo comenzar a pintar la obra.
En 1998, un estudio publicado por el Museo de Detroit lo vio como un original del maestro.
Abajo delante del escritorio se muestra un león, recordando la leyenda del santo en la que le había extraído una espina de la pata al animal, que desde entonces le acompañó fielmente.
La luz entra por una ventana detrás del escritorio y desde el primer plano, para iluminar cualquier detalle de la escena.
Los objetos en el escritorio y los estantes incluyen un reloj de arena, una salvadera, una regla graduada, un astrolabio, numerosos libros e instrumentos de escritura, todos adecuados para el hombre idealizado del Renacimiento.