Estación de esquí de San Isidro

Estas pistas tenían una dificultad elevada y hacían de Cebolledo una zona destinada a esquiadores experimentados.En 1976, continuando con la expansión, la cual ya hacía peligrar la hegemonía de Pajares, se instalaría el telesquí de Cebolledo, diferente al actual, para dar acceso a la zona llana del sector y sustituir el obsoleto telecuerda existente.Entre 1977 y 1980, la crisis económica paró en seco, aunque momentáneamente, las aspiraciones de San Isidro.Gracias a estos nuevos remontes, la estación cubrió todo el dominio esquiable actual.[2]​ Por ello, en 1982 se construyeron dos nuevos remontes, Peñanevares y Riopinos II, cuyo objetivo era conectar con futuras zonas esquiables.Gracias a estas dos nuevas instalaciones, la idea de San Isidro como estación destacable cobraba forma, pero una vez más, problemas con Asturias supusieron una traba al desarrollo.El crecimiento de la estación, que hacía peligrar su buen funcionamiento con una saturación no prevista, hizo que se llevase a cabo en 1984 la ampliación del aparcamiento de Cebolledo y la instalación del telesilla Onofre-Quintanilla.[2]​ En 1985, para intentar subsanar aún más la saturación que aquejaba a la estación, se abrió el telesilla de Riopinos.Gracias a estas instalaciones, San Isidro pegó un salto cualitativo que la hizo aumentar en servicios, en pistas y en capacidad.A finales de la década, la estación sobrepasó por primera vez en su historia los 100.000 visitantes anuales.[2]​ La estación, no obstante, vio truncado su apogeo cuando en 1988 se presentó el invierno más cálido de la historia, haciendo que San Isidro apenas pudiera abrir en toda la temporada.Todo ello parecía indicar que los noventa serían años tan buenos como lo fueron los ochenta.A pesar de los problemas que seguirían después, los noventa comenzaron con copiosas nevadas en los años 1990, 1991 y 1992.[2]​ En el siglo XXI, la estación continúa viendo crecer la afluencia a sus pistas.[5]​ Oficialmente cuenta con 24,8 kilómetros de pistas,[2]​ aunque a esos kilómetros hay que descontar los provenientes de las pistas del valle del Silencio, que nunca han estado abiertas.Junto a ello, la desestacionalización también es importante, algo que la Diputación planteó en su momento con un polideportivo y un campo de golf, actuaciones que, no obstante, se encuentran paralizadas por problemas legales en el primer caso y políticos en el segundo, por la falta de acuerdo sobre la línea eléctrica.[10]​[11]​ La estación invernal de San Isidro se encuentra dividida en cuatro zonas esquiables : Cebolledo, Requejines, Riopinos y Salencias - La Raya.Cuenta con tres remontes mecánicos, que son un telesilla cuatriplaza, un telesquí y un telebaby.Cuenta con tres remontes mecánicos, un telesilla biplaza, un telesquí y una cinta transportadora.Gracias a este acceso, la estación invernal ha dinamizado el valle del Alto Curueño.Por otro lado, el Plan Director apuesta por un snowpark,[15]​ que se construiría en la zona conocida como la Plaza de Toros, para dar así cabida a un grupo de esquiadores que se ha incrementado en los últimos años.Viendo esta situación, el peregrino lanzó su proclama de «¡Húndase Isoba, menos la casa del cura y la de la pecadora!», ante lo cual comenzó a manar agua hasta que el pueblo quedó totalmente sepultado por las aguas del nuevo lago, exceptuando las casas del cura y de la pecadora.Ante su egoísmo, los habitantes de dicho pueblo lo abandonaron, dejando allí sola a la anciana.Un día, una tormenta de nieve le sorprendió y, sin que pudiese huir, el pueblo quedó sepultado.[28]​ El pantano, que es un importante reclamo turístico para la zona, acoge varias competiciones náuticas.Esto se deja ver en los cada vez más frecuentes establecimientos turísticos entre los que destacan las casas rurales, tanto por cantidad como por número de plazas ofertadas, y la rehabilitación de los numerosos inmuebles abandonados.
El Circo de Cebolledo.
El telesilla Onofre-Quintanilla, inaugurado en 1984.
El Pico Agujas.
El Lago Isoba , junto a la LE-332 que da acceso a la estación.
El Torreón de Puebla de Lillo .
Vista del circo de Cebolledo con las primeras nieves de otoño.
Fuera Pista del Pico Agujas.
Fuentes de Invierno se encuentra junto a San Isidro, lo que posibilita su fusión.
Iglesia de Lugueros .