El lago Ausente es un cuerpo de agua que se originó debido a las glaciaciones del temprano cuaternario.
Es un lago de aguas permanentes,[2] pudiéndose encontrar en sus alrededores abundantes charcas y lagunillas a menor altitud.
En el entorno del lago se encuentra una abundante fauna salvaje:[2] mamíferos como el rebeco o el lobo; reptiles como lagartija roquera; numerosas aves: buitres leonados, águilas reales, ratoneros común, cernícalos vulgares, roqueros rojos, bisbitas alpinos, acentores alpinos, aviones roqueros, pardillos comunes, colirrojos tizones, collalbas grises, currucas rabilargas, chovas piquigualdas y cuervos comunes, entre otras.
Durante el periodo estival, podemos encontrar mariposas como la Argynnis adippe o la Hesperia comma, junto con abundantes poblaciones de otros insectos.
La vegetación que rodea el lago Ausente está condicionada por la elevada altitud, las altas precipitaciones y las bajas temperaturas.
Según dataciones de polen fósil llevadas a cabo en el lago se pudo constatar la presencia del pino silvestre como especie autóctona en la Montaña Leonesa.
Un día, una tormenta de nieve le sorprendió y, sin que pudiese huir, el pueblo quedó sepultado con ella.