[1] José Rogelio Buendía data la obra en torno al año 1775, donde Goya ya va adecuándose a los gustos de la Corte.
[3] En 2015 se volvió a exponer en Zaragoza en el Museo Goya - Colección Ibercaja en la muestra "Goya y Zaragoza (1746-1775) Sus raíces aragonesas", realizada por el Gobierno de Aragón, la Fundación Ibercaja y el Museo Nacional del Prado.
[4] También en 2015, en el mismo Museo zaragozano se pudo ver en la exposición "Goya y la Virgen: sus imágenes de Zaragoza".
La humanidad del santo queda patente, tratado de manera muy cercana, con bigote y casi calvo.
A un lado sostiene un libro con la frase Ad maiorem Dei gloriam, divisa de los jesuitas.