Caralampio

Se cree que en el momento de su martirio en 202, Caralampio tenía 113 años.

[4]​ El santo solo tenía una cosa que decir a sus atormentadores: "Gracias, mis hermanos, por rascar el viejo cuerpo y renovar mi alma para una vida nueva y eterna".

[4]​ La leyenda continúa diciendo que Lucio, enfurecido, tomó los instrumentos de tortura y comenzó a torturar a Caralampio, pero de repente sus antebrazos fueron cortados como por una espada.

Condenado a muerte y conducido al lugar de ejecución, Caralampio oró para que Dios le concediera que el lugar donde reposarían sus reliquias nunca sufriría hambre o enfermedad.

El santo fue introducido en la región en 1850 por un soldado de nombre Otero, quien llevaba consigo una novena histórica del mismo, que fue comprada por un hombre conocido como don Raymundo, quien hizo un cuadro de Caralampio y lo llevó a su rancho.

Se cuenta que una epidemia asoló a la región comiteca y que la población cercana al rancho donde se hallaba el cuadro no la padeció, a raíz de lo cual la comunidad comenzó la construcción de un templo en su honor en 1852 así como mandar a hacer una nueva imagen de San Caralampio para el templo, que fue concluido en 1868.