Salvator Rosa (ópera)

Salvator Rosa es la quinta ópera de Gomes y la tercera que compuso en Italia.

La idea original del compositor y del libretista Ghislanzoni era titular a la ópera Masaniello, mismo título que el de la novela de Mirecourt en la que se basa la historia y que hace referencia al pescador y revolucionario Masaniello, quien lideró el alzamiento napolitano contra el virreinato español.

Este tema resulta muy verdiano que permite a Gomes lucirse tanto en los momentos heroicos como en los líricos, con páginas de enorme fuerza y belleza, que recuerdan tanto al Donizetti tardío como al Verdi contemporáneo, tal como se pone de manifiesto en las arias para tenor, soprano y bajo.

[4]​ En los años posteriores se representó en numerosas ciudades italianas: Trieste en 1874, Turín en 1875, Bérgamo en 1876, Milán en 1878[5]​ o Parma en 1882.[6]​.

Gennariello deja solos a Rosa y Masaniello, y este le dice al pintor que la revuelta está lista para comenzar, siendo la señal el toque de campanas de la iglesia a mediodía.

Gran Salón del Palacio del Virrey El Duque de Arcos y su comandante, Fernandez, planean acabar con la inminente revolución antes de que ésta estalle, para dar así un escarmiento a la plebe y evitar futuros levantamientos.

El Duque le enseña a Fernandez un pasadizo secreto en caso de que sea necesario huir del palacio.

Tras informarle Salvator de la concesión del Duque, ambos se declaran su amor (dúo: Sulle rive di Chiaia).

Gennariello los entretiene contando sus hazañas, en las que se describe como un héroe (canción: Fuoco di moschettier).

Aparece Masaniello y el público lo aclama entre gritos de exterminio a los españoles.

Masaniello los detiene, afirmando que tuvieron la ayuda de Dios para imponer la justicia, no la venganza, y sólo desea retornar a su vida como pescador (aria: Povero nacqui).

Ella se lamenta porque Salvator no sabrá nada de su dolor (aria: Alla infelice suora).

Cuando los bandido entran en la iglesia, el conde libera a Salvator, quien se muestra sorprendido.

En ese momento el duque se da cuenta de su error y del alto precio que ha pagado.