Salvador Jovellanos

Era aún muy joven cuando salió del país, en tiempo de don Carlos Antonio López aproximadamente, para asentarse en Buenos Aires, donde formó su propia familia.

A mediados de enero de 1869, cuando se tiene noticias de que Asunción fue invadida por las fuerzas aliadas, Jovellanos vuelve al Paraguay, a la edad de treinta y seis años, junto a Juan B. Gill, José Decoud, Juan Antonio Jara, Carlos Loizaga, Benigno Ferreira, Cayo Miltos y otros ciudadanos que se consideraban “expatriados”.

Pero más tarde tuvo que dejar la presidencia en manos del vicepresidente Juan Bautista Gill y se lanzó a años de voluntario exilio en la ciudad de Buenos Aires.

Durante su gobierno se firmó el Tratado de Paz y Límites Loizaga – Cotegipe, con el Brasil y con el Uruguay además de otros de extradición, amistad, comercio y navegación (perdiéndose el extenso territorio entre los ríos Apa y Blanco, además del este del Amambay).

Un nuevo empréstito de 2.000.000 de libras fue contratado en Londres, con igual o peor consecuencia que el anterior, de 1871, pues no llegó al Paraguay sino 124.000 libras, que tampoco ingresaron a las arcas fiscales, sino que fueron dilapidadas por las autoridades.

Éste salía del puerto y subía por la calle Colón hasta la calle Palma e Independencia Nacional y doblaba en la calle Libertad, actualmente denominada Eligio Ayala, y así llegaba hasta su punto terminal que era la estación de ferrocarril.